La segunda edición del evento internacional se llevó a cabo en dos regiones distintas y convocó a decenas de docentes en torno a la pedagogía enmarcada en la privación de libertad
Por Felipe Barra Del Río
Tras una exitosa primera versión en septiembre de 2016, el II Seminario Internacional de Prácticas Pedagógicas en Contextos de Encierro logró finalizar con éxito luego de tres jornadas realizadas en las ciudades de Valparaíso y Ñuñoa.
Con esto, el evento se transforma en una instancia dinámica de aprendizaje, teniendo como uno de sus ejes el compartir las experiencias de trabajo en diversos instancias de reclusión.
En este tercer y último día, los llamados “Talleres de saberes didácticos”, orientados a la presentación de experiencias pedagógicas dentro del aula en contextos de encierro, tuvieron cuatro temáticas como base organizativa de las presentaciones y discusiones.
“Didáctica con perspectiva de género y propuestas interdisciplinarias en centros de protección y reclusión”, “Experiencias de enseñanza y aprendizaje de contenidos curriculares en el área de Lenguaje”, “Experiencias de enseñanza y aprendizaje de contenidos curriculares en Matemática, Ciencias, Inglés e Historia” y “Alfabetización y desarrollo de la lectoescritura con jóvenes y adultos privados de libertad” fueron los talleres que se desarrollaron en las dependencias del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.
Entre los proyectos que fueron invitados a compartir su experiencia pedagógica, en presentaciones enmarcadas dentro de los talleres, destacan algunos como “El arte como puente del aprendizaje y construcción del conocimiento”, “Juego de roles con personajes históricos”, “Sociedad de los poetas presos”, “Unidad de educación sexual” y “Pedagogía con perspectiva de género”.
Otra de las iniciativas sobresalientes de la jornada fue el “Taller socioeducativo: tutoría proyecto de vida en casa de mujeres”, un proyecto realizado por Marisol Ramírez y Francisca Jiménez Jiménez, de la Universidad de Chile.
La intención pedagógica del taller es potenciar un espacio de construcción frente al ser mujeres, para reconocer sus derechos y posicionarse dentro del espacio que habitan.
Además, una de las ideas principales del espacio es intentar problematizar aspectos como la igualdad de género y las dificultades que conlleva el ser mujer en la sociedad actual.
En ese sentido, Jiménez explicó que sus prácticas pedagógicas estaban orientadas al “empoderamiento, no solamente en cuanto al género, sino que como mujeres que se reconocen en una situación social específica, con desmedros específicos y con derechos que reclamar”.
“Era empoderarlas no solamente en cuanto a su género, porque ese es el tema que se nos agotó finalmente y sus necesidades iban más bien como por un reconocimiento político y social del espacio que ellas podían ocupar y que no ocupaban, todos los espacios que les eran negados”, complementó.
Asimismo, Jiménez se sumó a la opinión de varios de sus colegas, quienes reconocían la importancia de la educación y las prácticas pedagógicas en contextos de encierro, mencionando que “son fundamentales, porque preparan a las personas no solamente en cuanto a contenidos, que de hecho pasan a un segundo plano, sino que releva sus propios contenidos culturales”.
“Eso los hace estar mucho más preparados para enfrentarse al mundo, por el hecho de que se sienten validados como sujetos con conocimientos y saberes valiosos”, cerró.