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Las infancias nos permiten visibilizar que hay niños y niñas en diferentes contextos y situaciones que merecen nuestra atención y acción. Las realidades de niños y niñas transitan por matices dejando huellas en la vida humana y en la sociedad. La infancia es un estado vital impregnado de una realidad de vulnerabilidad; las diversas vidas de niños y niñas en pobreza, en violencia, en carencia, en enfermedad, en guerra, en hambruna, y otras tantas más nos hacen reflexionar sobre esta pluralidad, muchas veces nombrada, pero también en lo opuesto pocas veces abordada. Esta sería la inicial entrada de una reflexión e impulso para la acción educativa, social y política.

¿Qué clausuras?. Las clausuras pueden situarnos en diversos escenarios, por lo cual hacemos la distinción a la meditación y reflexión a que suele relacionarse su término. Aquí veremos la clausura en términos de cierre el cual marca una condición de imposición y restricción. En estos términos y de manera crítica, pensamos esta situación en niños y niñas y las condiciones de vida que les implica. Las imposiciones y cierres de posibilidad nos parece una urgencia ya que podemos ver aniquiladas tantos sueños y sentidos de vida, es decir nuestra propia humanidad. En este sentido podemos hablar de diversas limitaciones tanto en educación, en sus juegos, espacios y tiempos de dispersión y desplazamientos, en goces, alegrías y creatividad, por nombrar algunas. Limitaciones que son estructuralmente impuestas con actuales procesos de segregación y fragmentación social en el entorno social que incentivan estrategias de exclusión.

Lo que nos motiva es hacer visible y enunciar al sujeto, éste provisto de palabra, de identidad consciente de su condición y actuante de ella.

Nos motiva problematizar las posibilidades de la pedagogía, en este sentido, ¿cómo poder incidir cuando las vidas de niños y niñas están clausuradas?; ¿cómo desmontar los supuestos institucionales?;¿Cómo educar y educarnos donde el mismo contexto clausura socialmente? ¿cómo enseñar a ser libres si se está clausurado?. Trabajamos sobre paradojas y debemos estar atentos a ellas.

Nos encontramos con contradicciones pero también con discursos hegemónicos que nos llevan invisibilizar naturalizar y amurallar a niños y niñas.

El contexto de encierro y los niños que están en ellos son los mismo sujetos de otros contextos?, nos podemos preguntar por el imaginario social, en este sentido ¿cuál es el peso sobre los niños y niñas?.

A Niños y niñas en contextos de encierro, si bien se les victimiza, a su vez se les criminaliza y viven en cotidiano con lógicas de cárcel, vigilancia y control; son estas relaciones cotidianas que resultan violentas y genera a su vez violencia. Hay alteridad amenazadora, ¿cuál es ella?. Las violencias hacia los niños y niñas no se pueden pensar por fuera de las estructuras económicas capitalistas, tomando palabras de la antropóloga Rita Segato que necesitan una pedagogía de la crueldad para sostener su poder. Esta es la perdida de sentido.

Las lógicas de la “re”-habilitación, de la “re” integración, de la “re”- paración nos posiciona en nuevas tensiones, su significado pone en alerta el sentido al sujeto. Los “re” es volver a poner en servicio, el volver a tomar lo que antes se tenía. Volver a integrar a un niño, niña es que ¿antes estuvo integrado?, ¿antes estuvo habilitado?. Estas estos términos desembocan en discursos hegemónicos asistencialistas, y en los que creemos necesario dar valor y denunciar para volver a enunciar al sujeto. .

Con toda estas inquietudes y problematizaciones es que buscamos visibilizar al sujeto Buscamos poder discutir y hacer – hacernos en una acción pedagógica en el amor, pero no en lo emocional propiamente tal, sino en lo político.

Viviana Soto A., académica del Depto. de Educación.

 

FUENTE: http://www.facso.uchile.cl/noticias/132557/infancias-clausuradas-su-problematizacion

 

Infancias clausuradas. Su problematización