Por Francisco Quiroz E.
A eso de las 10:00 horas, el miércoles 11 de octubre, en dependencias del Liceo de Adultos Herbert Vargas Wallis, del Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, ex Penitenciaría, el polémico escritor nacional, Jorge Baradit, presentó su Historia Secreta de Chile, ante una audiencia de 35 estudiantes de Educación Media.
Señaló que hay dos ejes para tener en consideración; uno, por qué Historia Secreta. Y dos, por qué es importante saber Historia. En ese entendido, precisó que “un país es como una persona, pues tiene memoria”. Y “si uno, como comunidad, no sabe lo que pasó en su país, no sabrá nunca cuáles serán las decisiones que se debieran tomar”, enfatizó.
Continuó aseverando que hay una historia de Chile de los historiadores y otra, del Estado de Chile, “la que se distribuye a través de los Planes de Estudio y la Escuela”. “El Estado construye una imagen de O´Higgins, que no es la real. No fue el Libertador de Chile, fue un argentino, José de San Martín, con un ejército argentino”, recalcó.
Respecto de Arturo Prat, continuó diciendo que, “el Estado considera que obedecer sin cuestionarse y morir por la patria, es un valor importante que transmitirle a la gente”. “Pero Prat fue una persona mucho más compleja. Fue abogado, espiritista, preocupado por temas trascendentes, como la reencarnación y no era católico ortodoxo”, señaló.
Así, continuó explicando que no hay una verdad, sino que hay interpretaciones de hechos históricos. Por ejemplo, enfatizó que “Prat es importante y útil para el mundo militar”, pero por otro lado, dejó muy en claro que “también enseñaba ad honorem en escuelas para obreros en Valparaíso, donde se formaba y crecía la propuesta anarcosindicalista” o que demandó a la Armada de Chile “para que su primo no fuera sancionado, por casarse con una mujer extranjera y más aún, mayor que él”, dejando así en evidencia a una institución autoritaria y ultra conservadora. Y acto seguido, con cierto grado de humor, para luego referirse a la triada de próceres nacionales, señaló que el Capitán de La Esmeralda “es un ícono de la Iglesia y la Derecha chilenas…una especie de santo laico”.
Acerca de las últimas batallas por la Independencia de Chile, fue claro en mencionar que “todo eso fue un proceso argentino”, de manera que “hay que arreglar la historia para no parecer tan giles”, “una forma de arreglar un poco la historia”, concluyó.
Posteriormente recurrió a dos personajes históricos más, con el fin de explicitar su tesis de que el Estado presenta una historia, mostrando una dimensión sesgada. Por ejemplo, con Gabriela Mistral, dijo que lo que generalmente se sabe de ella, por influencia de la escuela, es que escribía rondas infantiles y era profesora. Sin embargo, arremete, arguyendo, que “reunía todas las características para ser discriminada: fue una mujer crítica de la discriminación racial, lesbiana, con un discurso político consistente, defensora de los derechos de las mujeres y de los trabajadores, de la naturaleza y una adelantada de su época”.
Y respecto del Padre Hurtado, se refirió que es un ícono de cierta clase conservadora chilena, que lo vincula con la caridad, en circunstancias que “fue un crítico de la sociedad y exigía justicia social”.
Así, se fue valiendo de personajes históricos, para desmontar, a modo de ejercicio foucaultiano, cierto discurso oficial que pretende instalar una verdad única, insistiendo que “la sociedad conservadora va acomodando a sus próceres, de acuerdo a sus necesidades”.
Ya, a eso de las 12.00 horas, comenzando a cerrar su charla, planteó que “tenemos que ser críticos, porque la historia verdadera no existe”, insistiendo que “lo que existe son los hechos y su interpretación”, siendo sumamente importante “estar anclado en un conocimiento cabal, crítico, que permita conocernos como país y así tomar decisiones adecuadas”, instante en que el Jefe de Unidad, coronel Hernán Villarroel Camilo, solicitó la palabra para puntualizar su interés por la historia y pidió que le precisara algunas cuestiones específicas respecto de la Guerra del Pacífico y el salto de Prat hacia El Huáscar.
Luego se dio una interesante dinámica de preguntas y respuestas con los estudiantes presentes, que permitió dejar en evidencia su entusiasmo e inquietud por conocer otros aspectos desconocidos de la historia nacional, en una eventual segunda charla.
Finalizaba, así, una nueva jornada cultural, pensada para los estudiantes, quienes siempre han manifestado interés por participar en las actividades planificadas por el Departamento de Extensión Educativa del Liceo.