Autores : Francisco Scarfó, Marianela Perafan, María Florencia Pérez Lalli

Referencia: GESEC, 2008

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Resumen

Para referirnos a los jóvenes, lo primordial es definir qué se entiende por este concepto, lo cual implica una revisión histórica, ya que no en todas las épocas el joven fue definido de la misma manera. La mayoría de estas concepciones eran construidas desde posiciones reduccionistas basadas en una perspectiva adulto céntrica. Desde este posicionamiento se considera al joven inseguro de sí mismo, como ser en transición, no productivo, incompleto, sin deseo, desviado, peligroso, así también como ser del futuro.

Estos discursos conducen a una única mirada del joven basada en prejuicios y estigmatizaciones desde atributos de “imposibilidad”, favoreciendo y justificando prácticas paternalistas que conducen a intervenciones que judicializan a la juventud y por ello no la comprenden desde su complejidad y contextualizada en la misma sociedad.

Es así que para entender a esta categoría como construcción social, es necesario pensarla desde su condición de transitoriedad, inmersa en las relaciones de poder de una determinada sociedad, atravesada por las relaciones de género y de clase y desde su carácter heterogéneo.

Por lo tanto el concepto de joven, no se define tanto por una demarcación etaria, sino por un conjunto de atributos sociales, económicos, políticos y culturales, por lo que no se puede pensar en esta categoría desde una perspectiva ahistórica, puesto que la dinámica de los procesos sociales supone una diversidad de “juventudes” significadas desde el imaginario social de la época y desde la perspectiva de clase, lo que determina lugares, posibilidades y límites de participar en la sociedad.

Desde este marco, los jóvenes menores de 18 años al ser privados de libertad se constituyen como uno de los grupos sociales en situación de alta vulnerabilidad, pues los institutos de menores confluyen bajo untratamiento estatal unívoco todos quienes cometieron algún tipo de delito. Esta solución se presenta como la única alternativa, el cual se ha profundizado a través de la trayectoria tutelar impuesta por el estado argentino

Educación con jóvenes menores de 18 años privados de libertad